El reto de poder sentarse en el pupitre
En Degaña, hay 16 niños que acuden al colegio de Cerredo desde sus respectivos pueblos.
( Fuente: La Nueva España)
Una vida más libre que en casa
La mayoría de los chavales de la escuela hogar de Cangas pasa dos años en el centro, para cursar el Bachillerato.
«Aquí tenemos horarios estrictos, nos vigilan mucho, pero en casa, con los padres, tienes menos cosas que hacer. Yo lo paso muy bien aquí». Quien dice esto es Roberto de la Mata, de El Rebollar (Degaña), que vive en la escuela hogar de Cangas del Narcea, en El Reguerón, durante el curso. Sus compañeros saludan la ocurrencia entre risas y parabienes.
Una docena de chavales ha vivido en esta escuela hogar este curso. La gran mayoría de ellos son de Ibias, por lo que ya se conocen de la época de escuela, pero también hay gente de Degaña, de Allande o de puntos lejanos del concejo de Cangas del Narcea. Son chicos que tienen que hacer el bachiller en el Instituto de Cangas y cuyo desplazamiento diario a sus casas es imposible. Es por eso que se pasan el curso, de lunes a viernes, viviendo en El Reguerón, en un colegio mayor de edades entre 16 y 18 años.
(Fuente -texto y foto- : La Nueva España)
Unos cuantos años antes, Corias, era el destino de los bachilleres.